Apóstol de la posmodernidad

Siento en lo personal la muerte de Ricardo Bofill. Fue una figura muy importante para la renovación de la arquitectura española en los años ochenta. Creo que concretamente, él fue fue capaz de quitarle un cierto sentido monótono y gris a la disciplina.


Con una trayectoria de tan largo recorrido, encontramos en su obra distintas fases. Desde la época de Walden 7 y aquellas propuestas iniciales, tan ligadas a la llamada 'gauche divine', sus obras sirvieron de referencia a los jóvenes en formación.


Evolucionó hasta una última etapa en la que se estableció como apóstol de posmodernidad, y derivó hacia una arquitectura que acabó teniendo más incidencia en colectivos sociales pero que sin embargo mantuvo al colectivo crítico y profesional más lejano a sus propuestas.


Ello no impide reconocer que Bofill es y ha sido un gran personaje para la historia de la arquitectura española y desde luego la catalana. No puede prescindirse de su figura si queremos explicar los procesos creativos de la segunda mitad del siglo XX.