Marc Gasol en el WiZink: así ha sido el histórico partido entre Estudiantes y Girona
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-«Joder, el Estudiantes».
Un domingo cualquiera en las entradas del WiZink Center, salvo porque en la fría mañana madrileña se escribió un pedacito de historia del baloncesto español. Se notaba en el ambiente, con decenas de personas amontonadas en las taquillas desde bien temprano. Había cierto nerviosismo, preguntas de donde acababa la cola y bufandas con el lema ‘Orgull gironi’. Una combinación improbable en otra época, pero en tiempos de desazón el deporte tenía preparada una sorpresa que hace levantarse a uno con una sonrisa: Marc Gasol, el Estudiantes, LEB Oro. Dos emblemas de la canasta de nuestro país enfrentadas en la segunda división y con aspiraciones reales de ascenso.
El Movistar Estudiantes, el plena reconstrucción deportiva y social tras una temporada de pesadilla, recibía al Girona Basquet, invicto desde la llegada de la leyenda. Como quien no quiere la cosa, Gasol reconocía ayer en una entrevista que el mal inicio del equipo le llevó a acelerar su debut en el equipo que también preside. Desde entonces, una racha de tres victorias, además de cimentar una defensa sin parangón en la categoría y lucir el pívot unas estadísticas tremendas, más de 17 puntos y diez rebotes por encuentro. Brillan también esta campaña los de la capital, que cuentan todos sus partidos como local por triunfos y ocupan la segunda posición de la tabla, además de contar entre sus filas con todo un campeón del mundo como Javier Beirán y jugadores de calibre como Edwin Jackson y Nacho Martín.
‘Demencia’ se podía leer en una de las pancartas apostadas por la afición local. Una palabra adecuada para el espectáculo que siguió cuando por los altavoces del pabellón sonó el nombre que todo el mundo quería oír. Marc Gasol, con el 33 a su espalda, recibió una sonora ovación por parte de la grada antes de convertirse de nuevo en rival. Los niños buscaban el saludo cómplice del mito, pero en sus ojos solo se veía concentración. No es una pasantía el paso de Gasol por el Girona. Hay seriedad en sus propósitos, como siempre en su carrera, y mucho baloncesto por derrochar. Menos de dos minutos tardó en sumar sus primeros puntos con un suave gancho. Acabó la primera mitad con diez.
El renacer del Estudiantes
El Estudiantes, hace un año, estaba absolutamente defenestrado. La ventisca que soterró a Madrid en enero de 2021 destrozó su mítico campo de entrenamiento, La nevera, y trajo consigo un brote de Covid que dejó al equipo sin competir durante varias semanas. El descenso, el primero de historia, evidenció que se necesitaba un punto y aparte. El equipo, sin embargo, se ha reenganchado con la afición esta temporada y, cerca de su ecuador, se postulan como uno de los favoritos para volver a la Liga Endesa. Se celebran sin pudor las canastas en el WiZink y los cánticos y silbidos son el hilo conductor de los duelos. Del rival solo se reconocían las virguerías de Gasol y Beirán, que reconoció haber rechazado ofertas mejores para volver a casa, luce una estado de forma fantástico, absolutamente diferencial el alero.
Sin embargo, era Gasol quien aglutinaba todos los focos. Pese a ser uno de los mejores jugadores que ha dado el baloncesto español, el catalán se mostraba cercano con su compañeros y aconsejaba sin virulencia, guía por el desfiladero como cualquier otro líder, aunque es él quien firma las nóminas. Las piernas ya no son las que eran pero la brillantez y la garra no se pierden. Uno de los clásicos ganchos del interior no tocó ni aro, lo que provocó incluso alguna tímida carcajada de alivio en la grada. En la siguiente jugada, Gasol anotó un triple con el defensor encima para amansar a las gargantas locales.
Quienes acudieron al WiZink seguramente se fueron satisfechos. El duelo tuvo decibelios y alternancias en el marcador a partes iguales. El tercer cuarto fue una sucesión de canastas aptas para otra categoría y el desenlace un claro ejemplo de que el Estudiantes vuelve a sentirse grande. Gasol acabó el duelo con 23 tantos, máximo anotador del encuentro, y los madrileños sumaron una nueva muesca en forma de victoria (88-80). Los más fanáticos del Estudiantes incluso se atrevieron con algún que otro cántico contra Marc, sin mala intención y con la seguridad que el marcador ya sentenciado les proporcionaba.
Dos cámaras seguían a Gasol por todo el estadio. Incluso le piden opinión de Djokovic y las vacunas en la rueda de prensa excepcional que el Estudiantes montó para él. Reminiscencias de lo que supone tener a jugador de su talla en Leb Oro. Gasol se mostró relajado ante la batería de preguntas orquestada por los medios y aseguró estar viviendo justo lo que esperaba cuando fichó por el Girona. «Llevo cuatro partidos en España y me encanta sentir el cariño de la afición, tanto en casa como fuera. Es por quien haces esto».