Tiempo de varita mágica (I)

Dentro de una semana comienza la temporada 61 de la pelota cubana. De los 16 equipos que salen por la corona, solo una decena de ellos ha podido conquistarla al menos una vez con su actual nombre, y por las nóminas de entrada, todo apunta a que no habrá «intrusos» en esa selecta lista dorada.

Confirmadas en el congresillo técnico las plantillas de 40 (más los contratados por la Federación Cubana de Béisbol), el título debe caer en las vitrinas de uno de los que ya sabe lo que es subir a lo más encumbrado del podio.

Sin embargo, los vaticinios pueden sufrir cambios según los ajustes que sufran los conjuntos durante la serie debido a los muy probables fichajes en ligas extranjeras, como la veraniega de México, donde se mantiene el interés en seguir contratando cubanos.

Hay cuatro equipos que no deben tener dificultades para clasificar: los tres medallistas del año pasado (Granma, Matanzas y Las Tunas) e Industriales.

Luego ubico un quinteto con las mayores opciones de completar los ocho. Son ellos Santiago de Cuba, Pinar del Río, Holguín, Camagüey y Mayabeque.

A Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos no los descarto de antemano, pero los coloco en un tercer grupo, y con menos opciones de conseguir los cupos considero a Guantánamo, La Isla y Artemisa.

Aun sin Alfredo Despaigne y Guillermo García, con contrato en Japón, y las bajas definitivas sufridas en 2021, los Alazanes disponen de una plantilla ofensiva y capaz de construir carreras con los primos Santos (Roel y Raico) muy hábiles madero en mano. Además, Osvaldo Abreu, Guillermo Avilés, Carlos Benítez, Lázaro Cedeño e Iván Prieto saben manejar el bate con eficiencia.

Ahora Leandro Martínez, César García y Joel Mogena (de tan buena actuación en el juego de exhibición ante Industriales) deben asumir el liderazgo de la rotación, y las mayores dudas para Carlos Martí, el veterano mentor de 33 campañas, único de los activos con 30 o más, está en su bullpen.

Los Cocodrilos de Matanzas exhiben una nómina muy balanceada, incluso sin Yurisbel Gracial y Ariel Martínez. Con Andrys Pérez, Javier Camero, Yadil Mujica, Erisbel Arruebarrena, Yadir Drake, William Luis y compañía, nadie le discute uno de los carteles de favoritos.

Cuentan, además, con una poderosa tanda de lanzadores zurdos (Yoenni Yera, Naikel Cruz, Yamichel Pérez, Dariel Góngora) que armoniza muy bien con Noelvis Entenza, Renner Rivero. El timonel Armando Ferrer tiene de todo para conseguir su tercer podio seguido.

Igualmente, los tuneros de Pablo Civil lucen condiciones para ponerle el quinto eslabón a la cadena de cuatro medallas en línea. Su inspiración es el mítico Dánel Castro, quien va a jugar su serie nacional 28 con 45 años de edad y es líder (hasta donde se ha comprobado por las estadísticas disponibles) en impulsar las carreras del empate o la ventaja con 368 veces.

Sumemos que el centro de su lineup se articula además con los hermanos Alarcón (Yordanis y Yosvani) y Rafael Viñales. Pero una de las mejores armas de los Leñadores es su dominio de los fundamentos de juego, sobre todo a la hora de construir carreras, y la lectura de los contrarios.

Otra vez con Juan Carlos Viera de primero en la rotación, cuentan con pitcheo para sostener el paso durante los 75 juegos de la etapa clasificatoria.

Y cierro el primer pelotón con Industriales. Guillermo Carmona armó un plantel que se da el lujo de disponer de dos jugadores por posición capaces de desempeñarse con altura. Puede armar varias alineaciones igual de efectivas, aunque adolece de un jonronero nato como el año pasado.

Su picheo, que muchos imaginaron más débil que en la serie 60, ha logrado reunir un conjunto de muchachos con roles bien definidos con las reincorporaciones de Marcos Ortega, Erick Christian González y David Mena, y la adquisición del espirituano Pedro Álvarez.

Santiago de Cuba y Pinar del Río avanzaron el año pasado y tienen además una historia que no se puede negar. Eriberto Rosales se juega su permanencia al frente de los indómitos. O coges podio, o dices adiós, le dijeron las autoridades deportivas provinciales. Él aceptó el reto.

Sin Edilse Silva, mudado para Holguín, y su cerrador Yunior Tur, de baja definitiva, el equipo de las Avispas se afinca en Santiago Torres, Yoelquis Guibert, Adriel Labrada, Rudens Sánchez y los lanzadores Alberto Bisset y Carlos Font.

Los Vegueros, sin Liván Moinelo, Raidel Martínez y Frank Abel Álvarez, los tres con contrato en Japón, y una ofensiva que no impresiona, apostará por su juego armónico, liderado por el empujador William Saavedra, y lo que sea capaz de lograr un staff que sigue por encima de la media con Bladimir Baños, Erlis Casanova y Frank Luis Medina.

Camagüey es de los que más hombres clave ha perdido de una temporada a otra. De hecho, no dispondrá de quienes fueron primero, segundo y tercer bate, y también hay huecos en el picheo. No obstante, aún el plantel de Miguel Borroto tiene herramientas para estar entre los ocho mejores.

Si Leslie Anderson, Alexander Ayala y Yordanis Samón asumen protagonismo, los Toros podrán fabricar carreras para compensar las deudas de sus lanzadores.

Junto a ellos ubico a Mayabeque, que el año pasado estuvo muy cerca del octavo escaño, y esta vez ha fortalecido su staff con cuatro adquisiciones, entre ellas, Antonio Baró, pensado para integrar la rotación que lidera Yadián Martínez y cuenta con talentosos jóvenes como Mailon Cruz y Marlon Vega.

Y aunque no veo muchos elogios entre colegas hacia los Cachorros, la vuelta de Héctor Hernández al puesto de mando es un plus para un equipo que podría ser la sorpresa de la serie. Edilse Silva, Yordan Manduley, Maikel Cáceres, Jorge Luis Peña, Wilson Paredes y Yusmel Velázquez son nombres que pueden devolver a su afición holguinera el sueño de verlos jugar en play off.

Y hasta aquí la primera entrega. El martes seguimos. Tiene tiempo, amigo lector, para polemizar y enviar su pronóstico. Pongamos caliente esta esquina.