Luka Modric, 36 años, volvió a disfrazarse de héroe para poner punto y final a la sequía de títulos que venía atormentando al
Real Madrid desde hace 549 días, cuando se proclamó campeón de Liga pocos meses después de que estallara esta pandemia tan interminable como el fútbol (y el físico) del ‘todocampista’ balcánico.
Modric anotó su primera diana del curso en el mejor escenario posible tras flirtear con el gol ante el
Getafe y el
Valencia estrellando dos remates en los palos. Pero no falló en la final de la Supercopa ante un
Athletic que nunca supo descifrarle.
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