Casado recupera la iniciativa política y refuerza su liderazgo en el PP ante las elecciones de Castilla y León
La política española es como un incierto y acelerado tobogán donde cambia con gran rapidez la tendencia general entre el PSOE y el PP. Un PSOE ahora en apuros por la rebelión en el Gobierno de los ministros Garzón y Subirats, el uno con las macro granjas y el otro con el referéndum catalán, a lo que se añade el bloqueo en el Congreso de la convalidación de la ‘reforma laboral’.
Serios problemas de Pedro Sánchez que, en plena campaña electoral en Castilla y León, ha sabido aprovechar Pablo Casado para recuperar la iniciativa política nacional y relanzar su liderazgo en el PP ahora más unido ante la esperada votación del 13 de febrero en Castilla y León.
En la que, si los resultados son buenos para el PP, Casado ganará fuerza y pulso en las encuestas electorales nacionales donde ahora ninguno de los dos grandes partidos parece destacar demasiado para acercarse en los sondeos a un posible resultado ‘mayoritario’ de los 150 escaños, cuando parece que ambos partidos oscilan entre los 90 y los 130 escaños.
Una cifra está última que hace unos meses se le atribuía al PP de Pablo Casado, pero que empezó a desinflarse con motivo de los desafíos que de manera inesperada le lanzó Isabel Ayuso, tras su sonada victoria en Madrid. Y empujada por su particular Rasputín de la Puerta del Sol, Miguel Ángel Rodríguez (MAR) que ha convencido a Ayuso de que será la primera mujer presidenta del Gobierno de España, y él su influyente mentor.
Todo ello ayudado por los periódicos y articulistas de la derecha a los que desde la CAM se les ha llenado de anuncios y favores, algo de lo que sabe mucho el citado Rasputín. Y si no que Ayuso haga públicas las cuentas de las campañas publicitarias, promociones y ayudas mediáticas del año 2021, lo que alguien debería de exigir en la Asamblea de Madrid, para que se sepa quiénes son sus grandes beneficiarios.
En la dirección nacional del PP nadie entiende las razones por las que Ayuso ha traicionado a Casado, al que le debe todo, y actúa con deslealtad en el PP nacional. E incluso se temen que esta ‘fuga hacia delante’ de Ayuso sea fruto de una extraña estrategia para llamar la atención porque tiene algo muy importante que ocultar.
Pero parece que Ayuso, ante la firmeza de Casado que no le hizo ninguna concesión, empieza a dar marcha atrás. Ayer mismo en el diario La Razón declaraba que Casado debe vencer y sustituir a Sánchez y que ella aspira solamente a presidir Madrid, lo que no es verdad.
Y lo que no convencerá a nadie mientras Ayuso no pida públicas disculpas a Casado por: intentar cambiar el calendario del Congreso de Madrid; o por amenazar con no asistir a la Convención del PP en Valencia; o cuando le dijo al presidente Andaluz, Juanma Moreno, que no se deje manipular como una ‘marioneta’ -que es lo que MAR hace con ella- por la dirección del PP en alusión al secretario general Teodoro García Egea. Con el que también está obsesionada Cayetana Álvarez de Toledo, la estratega de la Puerta del Sol.
Así están las cosas en la batalla política nacional, a la espera de conocer el resultado electoral del 13 de febrero en Castilla y León. Que si es bueno para el PP abrirá la puerta de otro adelanto electoral en Andalucía -lo que podría alterar los calendarios internos del PP sobre sus Congresos regionales y el nacional- y lo que sin duda reforzaría el liderazgo de Casado a quien, en las citadas circunstancias de victoria en CyL, Sánchez no querría enfrentarse en el Congreso en el aplazado, esperado y necesario debate sobre el estado de la nación.
Y no solo por lo que ocurra en CyL, sino por lo que está pasando dentro de su Gobierno y con la situación económica del país que en el primer semestre del año no podrá confirmar la recuperación económica española presa, entre otras cosas, de una galopante y muy dañina inflación.
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