La tecnología entra en juego en el tiempo de la reivindicación de la Formación Profesional
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Es un ejemplo de una de las clases del Ciclo de Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear impartido en la nueva sede de CCC en Madrid, una prueba de la actualidad de la aplicación de las TIC en las aulas. Un nuevo paso en la Transformación Digital, en este caso, en Formación Profesional por el que el alumnado puede practicar, día a día, para enfrentarse con garantías al mercado laboral. Así ha sido en el caso de Milena, que estudió antes Auxiliar de Enfermería y realizó prácticas en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid: «Estos estudios me sirven para acercarme aún más a los conocimientos de anatomía y tecnología que me serán muy útiles. Practicas lo que harías en una jornada de trabajo, un proceso en el que mi experiencia y la de mi clase sirven para que todos estemos mejor preparados».
En este caso, se ha utilizado el Smart Simulator de Siemens Healthineers, compañía que cuenta con recursos tecnológicos de realidad virtual que permiten detectar enfermedades de manera más rápida, con mayor precisión y mejoras en la aplicación del tratamiento. Y que se une al despliegue de innovación ya aplicado en las aulas de la cada vez más reivindicada Formación Profesional, que cuenta con pizarras interactivas, eficientes campus online, recursos interactivos, etc. «Hay que traer, cuanto antes mejor, la tecnología a las aulas, como un puente entre la formación y el empleo (destaca Teresa Muñoz, especialista de Productos y Servicios para la Educación en Siemens Healthineers). Aumentan el interés y el compromiso, lo que reducirá el fracaso escolar, ya que el 50% de lo que oímos y hablamos es lo que aprendemos… porcentaje que sube al 80% de lo que hacemos».
Camino a recorrer
Esta implantación se practica, cada vez más, en todos los ámbitos de formación, y adquiere especial relevancia en casos como el sanitario, como señala Muñoz: «La seguridad y la funcionalidad son aspectos muy a tener en cuenta, como sucede con este simulador, ya que equivocarnos en lo simulado reduce los riesgos de hacerlo en la vida real».
Pero aún queda camino por delante, como señala Luis García Domínguez, director del IES Puerta Bonita de Madrid y presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa (que representa a un 70% de centros públicos, un 20% concertados, un 10% privados): «El principal desafío es el de la inversión, ya que, lógicamente, la tecnología es muy cara, por eso es fundamental la aportación de las empresas en un entorno en el que hay 300 títulos, cada uno de ellos con procesos susceptibles de ser virtualizables».
Una máquina que simule soldadura o flexografía en artes gráficas, las propias de la navegación aérea… o como indica García Domínguez, «los simuladores de trabajo con un transformador eléctrico de media tensión, que requiere técnicas complejas y peligrosas». Así sucede con convenios de colaboración como los suscritos por Iberdrola con FPEmpresa (y con otras como la Fundación de la Empresa Familiar), en ambos casos con prácticas ya realizadas con alumnos de Castilla y León, que se han podido beneficiar de la experiencia sobre el terreno de la compañía energética.
Guadalupe Bragado, directora de Formación Profesional de CCC (compañía que ya ha superado los 80 años y se ha adaptado al siglo XXI), incide en la importancia de esta conexión directa con la empresa a través de la tecnología: «Estamos creando a los profesionales del futuro, y la estrecha colaboración con empresas especializadas es fundamental para profundizar en esta pasión por el aprendizaje. La innovación pasa por lo práctico, por los recursos tecnológicos, con gran importancia del profesorado». Así lo refrenda Héctor Rodríguez, profesor del ciclo que estudia Milena y que acaba de terminar una hora de clase que ha supuesto un fascinante viaje por la unión entre tecnología y personas: «Conseguimos llegar al alumnado un poco más allá, fomentando el aprendizaje progresivo individual en un entorno de trabajo en grupo, que en este caso se complementa con una aplicación de anatomía en 3D por la que se pueden estudiar los huesos, los músculos, los órganos, etc.»
Local, global
Desde Europa, proyectos como el KA2 o KA3 han aplicado las directrices de la Estrategia Europa 2020, en el Marco Estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la Educación y la Formación y de la Estrategia Europea para la Juventud y, de hecho, se acaba de celebrar la Semana Europea de las Competencias Profesionales, un evento anual relacionado directamente con la Formación Profesional. En esta edición, la sexta, el foco se sitúa en la ‘Transición Verde’, en línea con lo que avanzó Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Derechos Sociales ya en 2020: «Los mercados laborales necesitan mentes creativas y manos expertas para dominar tanto la transición digital como la ecológica».
En este entorno, en el que los fondos europeos prometen ayudar a impulsar la educación en los próximos años, el Gobierno acaba de anunciar una inversión adicional de más de 1.200 millones de euros para los estudios de Formación Profesional (FP). 800 para la formación de trabajadores y empresas y 300 para aumentar las plazas, mejorar las instalaciones e internacionalizar a los alumnos. Buenas noticias para un entramado de conocimientos y experiencias en el que las Aulas AtecA (Aulas de Tecnología Aplicada) se asientan como pilar del Plan de Modernización de la Formación Profesional en España. Digitalización, aprendizaje activo y colaborativo, desarrollo de los repositorios de información, conectividad, realidades mixta y virtual… la tecnología, sin duda, ya no puede faltar a clase.
Realidades y necesidades
El presidente de FPEmpresa destaca cómo la Formación Profesional ha hecho los deberes de la Transformación Digital: «Al centro físico ya le ha nacido otro centro, ya que contamos con uno de ladrillo y cemento y otro virtual, una combinación que nos permite una formación mixta». En este contexto, García Domínguez comenta la complejidad de un escenario en el que las administraciones tienen una gran responsabilidad para que los nuevos desarrollos de software y hardware recorran la proyección de esta opción educativa (en el caso de FPEmpresa, también colaboran con Caixabank en la iniciativa Dualiza). Impulsos como el de la Comunidad de Madrid con su sello Red de Centros Públicos de Excelencia en FP, una distinción de calidad que recientemente ha recibido el IES Francisco Tomás y Valiente.