Edadismo: la odisea de encontrar trabajo después de los 50 años
"Pero tú estarías a tope, ¿no?" Con esta sutil insinuación, lanzada justo al final de la entrevista de trabajo por el que habría sido su jefe, Juan tuvo el pálpito de que finalmente no sería seleccionado para el puesto al que aspiraba. Acababa de cumplir 50 años, y aunque ni el headhunter que le había contactado en primera instancia ni la persona de Recursos Humanos de la empresa con quien se había visto previamente habían puesto ninguna objeción a su edad –de hecho, el puesto requería cierto bagaje porque se trataba de una posición internacional y con bastante res ...