Iker Casanova, condenado por pertenecer a ETA, será el candidato de Bildu a la Diputación de Vizcaya

Las encuestas auguran en las próximas elecciones autonómicas y municipales vascas, previstas para mayo de 2023, uno de los resultados más empatados de la historia. De ahí que, aunque todavía falte un año para la cita con las urnas, los partidos nacionalistas aprovechen cada acto para hacer gestos a su electorado. El último ha llegado de las filas de EH Bildu que ha querido dar un golpe de efecto designando a Iker Casanova, un viejo conocido de la izquierda abertzale que cumplió condena por pertenencia a ETA, candidato a la Diputación de Vizcaya.


Casanova fue uno de los procesados en el macrojuicio 18/98 contra varias organizaciones del entorno de la banda terrorista que se saldó con 47 personas imputadas. Entre ellas estaba el ahora candidato de Bildu, que en aquel entonces era uno de los principales responsables de Ekin, una organización que estuvo detrás de muchas de las convocatorias a favor de ETA entre 1999 y 2011. Fue condenado a 11 años de cárcel.


Salió de prisión en el año 2011 y desde entonces su carrera política ha sido meteórica. Tres años después se convertía en el sustituto de Laura Mintegi, hasta entonces portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco. Desde entonces ha ocupado un escaño en las sucesivas legislaturas. En esta última se ha encargado de materias vinculadas a la economía y el desarrollo industrial, y por lo tanto, ha sido una de las principales voces crítica con la gestión de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia.


Obviar el pasado
En un comunicado la Mesa Política de EH Bildu ha destacado su «dilatada trayectoria política e institucional», obviando por completo su pasado cercano a la banda terrorista. Asegura que el ahora candidato cuenta con su «plena confianza» porque «representa el perfil social y urbano que EH Bildu quiere impulsar en Vizcaya». Unas palabras que Casanova ha acogido con satisfacción. En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter ha calificado el nombramiento de «un honor en lo político» que acoge con «enorme ilusión y esperanza». «Que las próximas elecciones forales sean un paso más hacia el avance en la construcción de una Vizcaya con un soberanismo de izquierdas mucho más fuerte», ha añadido.


Y es que, se trata de una designación de especial relevancia en la política vasca. Las Diputaciones Forales son las encargadas de poner en práctica la política fiscal. Por lo tanto, si Casanova fuera elegido Diputado General, también tendría influencia en la recaudación de impuestos del territorio.


En realidad, el nombramiento aún no es definitivo. El proceso para presentar más candidaturas estará abierto hasta el próximo 5 de junio, y después, serán las bases de EH Bildu quienes tengan que refrendar la propuesta. Sin embargo, es poco probable que aparezcan nuevos aspirantes tras el comunicado emitido por la dirección.