"Vamos por un trago": detienen en CdMx a hombres que secuestraban a trav?s de Grindr
Alan, un usuario de la aplicaci?n Grindr en la Ciudad de M?xico, conoci? a Luis Rom?n y a Gerardo Jonathan a trav?s de la plataforma, donde se presentaban como un "pareja de amigos", sin saber que poco despu?s le dar?an la peor experiencia de su vida.
La historia de Alan, revelada por C4 en Alerta, comienza en marzo del 2020, cuando fue contactado por Luis y Gerardo a trav?s de la aplicaci?n, para invitarlo a celebrar que supuestamente uno de ellos se iba a graduar y quer?an ir a tomar unas cervezas.
Alan, sin sospechar que estaba cayendo en un modus operandi, acept? e incluso acordaron pasar por ?l a su casa.
-?Vamos a echar a un trago (...). Es mi graduaci?n y quiero celebrar. Pasamos por ti?, lo invitan y Alan acepta.
Pocos minutos despu?s, Luis Rom?n y Gerardo Jonathan lo recogen en un auto, pero Alan no presagia nada hasta que comienza a notar que el copiloto no deja de mirarlo.
En segundos, siente cuando le bajan la cabeza de mala manera y uno de ellos, enca?on?ndolo, le dice: ??Ya valiste madre, ag?chate!", Alan todav?a no cree que le est? pasando, s?lo siente mucho miedo.
Primero le quitan el celular, despu?s la cartera y le piden que se saque los anillos y se quite hasta su ropa.
??Qu?tatela o te la quitamos a madrazos!?; Alan obedece y a?n as?, lo golpean.
?Me pegan en las costillas, un poco de mi ojo se sale y me dan calambres en la pierna?, narr?.
Luis y Gerardo le llaman a la mam? de Alan para pedirle que pague 100 mil pesos de rescate.
?Escucho que mi mam? les dice que no tenemos dinero y le cuelgan. Luego uno de ellos me dice: vas a bajarte, te vas a agachar y te vas a ir corriendo.
"Me pongo a llorar porque pienso que si debo correr es porque van a matarme", mencion?.
No obstante, Alan sale del auto siguiendo las indicaciones y es abandonado desnudo y asustado en calles de la alcald?a Azcapotzalco.
Nunca ha cre?do en la ayuda celestial, menos en la policial, pero esta vez, dos patrulleros se lo encuentran, lo ayudan y hasta inician una persecuci?n para tratar de detener a Luis y Gerardo.
Cinco calles m?s adelante, logran arrestarlos y los trasladan a la fiscal?a Antisecuestro capitalina.
En la fiscal?a, Luis y Gerardo tratan de negociar con Alan, le ofrecen el carro donde lo secuestraron por m?s de media hora y cien mil pesos en efectivo, a cambio de que retire los cargos.
?Mi vida no es un negocio. Mi vida no vale el celular que me quitaron, los anillos, no vale nada de eso. Quiero continuar con el proceso?, responde.
El proceso dura dos a?os. Durante ese tiempo, Gerardo es enviado al reclusorio Norte y Luis consigue un resquicio legal para enfrentar la causa en libertad.
No obstante, entr? en desacato por no presentarse a firmar al reclusorio y se convierte en un fugitivo.
Mientras que Alan se encierra en su casa, se deprime, viviendo con el miedo agarr?ndolo del cuello.
Uno de esos d?as en que sale, Alan usa el Metro y al llegar a la estaci?n Hidalgo, se sube Luis.
?Quedo en shock, o sea, su cara se me grab? para siempre. Y sus ojos. Sobre todo sus ojos?, recuerda.
Alan se acomoda el cubrebocas para Luis no lo reconozca y el fugitivo se baja en la estaci?n: Guerrero.
Alan lo sigue hasta la entrada de un hotel; otra vez, Alan no puede creer que le est? sucediendo esto.
Le llama a uno de los polic?as de Investigaci?n que siguen el caso y le relata el sorpresivo encuentro.
?Me pregunta qu? necesito y me dice la PDI viene en camino?, coment?.
Alan entra al hotel a sondear el terreno y se topa es a Luis, quien lo salud? como si fueran viejos amigos.
?Se saca de onda. Me pregunta qu? hago ah?. ??C?mo est?s??, lo saludo como si fuera mi amigo. 'Bien, todo bien, ?necesitas algo?', me dice todav?a sacado de onda. ?S?, inv?tame una coca?, le digo. ?S?, esp?rame?.
"Y salimos del hotel a comprar el refresco. Le digo: ?era tu libertad o la m?a?. La PDI lo detiene como en las pel?culas?, platic?.
En la ?ltima audiencia, Alan recibe noticias: Gerardo ha sido trasladado al penal de Santa Martha, donde se le han acumulado dos procesos m?s en su contra por secuestro.
A Luis tambi?n se le han iniciado otros dos procesos: por cohecho y narcomenudeo. No los enjuiciaron por secuestro, sino por asalto agravado, delito que tiene una pena de 25 a?os de prisi?n, aunque los sentencian a cinco.
?No puedo permitir que alguien est? libremente haciendo esto por Twitter, por Grindr, por Facebook. No pueden andar as? robando?, se queja Alan.
Un d?a tus secuestradores van a salir de la c?rcel, por lo que Alan afirma que estar? contando el tiempo que queda para que salgan y le da miedo que tengan m?s v?ctimas.
Sin embargo, para su sorpresa, poco tiempo despu?s Alan recibi? una llamada de Luis, quien le pidi? perd?n.
FLC