Alfred Hitchcock, Grace Kelly y la contemporaneidad
Dicen que cuando Hitchcock conoció a Grace Kelly imaginó de inmediato una escena en la que ella hablara pausada y elegantemente acerca de banalidades con un actor, fascinado por oír y con verla. Debajo, una bomba de relojería… El gran cineasta del suspenso provocaría así que los espectadores quisieran meterse en la pantalla para avisarles del peligro inminente e inadvertido.