En el momento más inesperado, en el escenario más bonito, en el instante más oportuno, España recordó cual era el camino hacia las semifinales. Los 'red sticks' no abrían la puerta de cuartos en unos Juegos Olímpicos desde Pekín 2008, cuando ganaron la medalla de bronce. A París venían sin muchas esperanzas o, al menos, con miedo de airearlas. El técnico, Max Caldas, tiraba de cholismo para enfocarse en el partido siguiente sin pensar a lo lejos. «Si jugamos el partido de cuartos y lo ganamos sería muy bonito»... Читать дальше...