La belleza está en los ojos de quien la mira. Eso dejó dicho, o algo parecido, Oscar Wilde, y no es cuestión de llevarle la contraria. Pero la belleza reside, también y sobre todo, en cada una de las novelas de John Banville (Wexford, Irlanda, 1945). En sus manos de orfebre tallador de palabras, este mundo extraño, a veces ajeno y siempre misterioso, se vuelve un lugar más habitable, hermoso, y el lector tiene la sensación de que al menos en ese transcurrir de páginas la vida merece la pena ser vivida. Читать дальше...