Piqué, fuera de la zona de confort
G<b>erard Piqué</b> es el icono del deportista que se mueve por estímulos. En 2014, después de haberlo ganado absolutamente todo con el <b>Barça </b>y con la selección, el defensa sufrió su primer toque de atención serio con Luis Enrique en el banquillo. <b>Lucho </b>lo sentó en varios partidos consecutivos y, herido en el orgullo, <b>Piqué </b>logró “volver a ser el mejor central del mundo”, que fue el objetivo que se marcó al inicio de aquel curso. Como colofón, le llegó su cuarta Champions. Sin embargo, desde aquella final de Berlín, <b>Piqué </b>no ha encontrado competencia en su puesto y ha hecho lo que ha querido, dentro y fuera del campo, sin que ningún técnico, incluso ni el presidente, le pararan los pies. Ahora, de nuevo herido en el orgullo después de que <b>Xavi</b> le dijera que no cuenta con él como titular para la próxima temporada, y fuera de la zona de confort, '<b>Geri</b>' se ve capaz de volver a mostrar su mejor versión. El problema es que ahora tiene 35 años y quizá ya no le alcance.
Gerard Piqué es el icono del deportista que se mueve por estímulos. En 2014, después de haberlo ganado absolutamente todo con el Barça y con la selección, el defensa sufrió su primer toque de atención serio con Luis Enrique en el banquillo. Lucho lo sentó en varios partidos consecutivos y, herido en el orgullo, Piqué logró “volver a ser el mejor central del mundo”, que fue el objetivo que se marcó al inicio de aquel curso. Como colofón, le llegó su cuarta Champions. Sin embargo, desde aquella final de Berlín, Piqué no ha encontrado competencia en su puesto y ha hecho lo que ha querido, dentro y fuera del campo, sin que ningún técnico, incluso ni el presidente, le pararan los pies. Ahora, de nuevo herido en el orgullo después de que Xavi le dijera que no cuenta con él como titular para la próxima temporada, y fuera de la zona de confort, 'Geri' se ve capaz de volver a mostrar su mejor versión. El problema es que ahora tiene 35 años y quizá ya no le alcance.